La información que contiene la Web está dispuesta de forma
tal, que usted tiene la posibilidad de ir “navegando” de un lugar a otro a
través de los diferentes enlaces,
también denominados links o hipervínculos.
Como recordará, los links pueden ser texto resaltado
(subrayado todo diferente color), íconos, dibujos o cualquier objeto de la
pantalla que lo conduzca a otro lugar o que ejecute cualquier acción. Usted ya
sabe cómo disptinguir un hipervínculo de un texto común: cuando ubique el
puntero del mouse sobre él, la flecha se transformará en una pequeña mano.
Sin embargo, y a pesar de que es posible llegar a una página
a través de hipervínculos, muchas veces, para abrir un sitio debe escribir la
dirección correspondiente de la barra de Direcciones del navegador y luego
presionar la tecla <Enter>. Si esa URL corresponde a un sitio que se
encuentra en funcionamiento, al cabo de un tiempo, que en general va desde
algunos segundos hasta minutos, el contenido de la página se abrirá en la
pantalla.
Por otro lado, para poder organizar las páginas de la Web de
forma hipertextual, es necesario que éstas se encuentren programadas en un
lenguaje especial. El más conocido es el HyperText
Markup Language (HTML), por lo que muchos de los sitios que usted visite
probablemente tengan la extensión .html o
.htm (al igual que los documentos de
Word tienen la extensión .doc).